Las marcas de la vergüenza
Beneficios Nos preocupamos por nuestro equipo Beneficios que brinda Nike Invertimos en nuestros empleados de manera continua, desde el aspecto de la salud hasta su bienestar financiero, para ayudarlos a alcanzar la grandeza, tanto en el trabajo ...
Somos como esclavos, y no trabajadores' | Solidaridad | EL MUNDO
Más de 10.000 personas fueron identificadas el año pasado en riesgo de explotación laboral
Apoyar La Explotación Infantil Es Fácil Si Compras En Nike
La otra cara de NIKE | NIKE
Apple, Nike y otras marcas importantes vinculadas al trabajo forzoso de los uigures de China - FreedomUnited.org
Diez polémicas de Nike que casi destruyeron a la compañía
Juntos Trabajamos ESP no Twitter: "2°Nike:Está empresa se ha convertido en sinónimo de trabajo infantil en el mundo después de esta imagen de un niño paquistaní, que con solo 12 años ya
Trabajadores en Vietnam obligados a trabajar para mantener las ganancias de las empresas estadounidenses - World Socialist Web Site
El Día Mundial del Comercio Justo se centra este año en el sector textil | El HuffPost Internacional
Algo huele a quemado en Nike
Las marcas de la vergüenza
Nike admite la explotación de trabajadores en sus plantas en Indonesia y otros países asiáticos.
Mundial de Qatar, Shell, Danone o Nike: ¿sirven de algo los boicots? | Diario Sur
Piensa 2 veces antes de comprar Nike
China: Miles de uigures, forzados a trabajar en fábricas que elaboran productos para Apple o Nike
Instinto deportivo: febrero 2009
El coste de la moda, ¿soy responsable de la explotación textil?
Diez polémicas de Nike que casi destruyeron a la compañía
NIKE dispara sus beneficios pero no se acuerda de las mujeres que hicieron sus prendas · Ropa Limpia
Un nuevo estudio muestra que personas trabajadoras del sector de la confección en Turquía ganan una cuarta parte del salario mínimo vital · Ropa Limpia
Los obreros camboyanos de Nike, Adidas, Gap y otras firmas inician una huelga para reivindicar más salario
TRABAJO INFANTIL: Niños obreros: ilegal, pero barato | Planeta Futuro | EL PAÍS
